Santa Noemí (o Noemí, sencillamente llamada) es un personaje bíblico bastante renombrado en las Sagradas Escrituras. Se la ha visto como suegra de Rut (antepasada de David) y esposa de Eliamélec. Con este hombre, Noemí tuvo dos hijos, de nombre Mahlón y Kilión. Todo este grupo familiar, un día, debido a una hambruna, se vieron en la obligación de emigrar de su natal Belén (aunque, por aquel entonces, se llamaba Efrata). Se mudaron a Moab, en donde su esposo, años después, moriría. Sus hijos se casarían allí con unas nativas de Moab, dos mujeres llamadas Orpá y Rut. También sus hijos morirían años después. Noemí nunca tendría nietos de estos hijos.
Desconsolada y llena de dolor, Noemí decide retornar a su natal Belén (Efrata), acompañada de sus nueras. Noemí parece que trata de desanimarlas al respecto, afirmándoles que, a diferencia de ella, ellas dos todavía estaban en edad de pertenecer a un esposo. Las insta a casarse en su tierra natal, consejo que Orpá obedece. Rut, por otro lado, sigue acompañando a Noemí, tanto por afecto a ella, como por amor a su Dios, Yahveh.
Ambas llegan a Belén. Las nativas de esa ciudad le saludan por su nombre, a lo cual Noemí insta a que no la llamen por su nombre (que significa “Mi Agradabilidad”) sino por Mara (“Amarga”), por todas las desgracias que tuvo que atravesar.
Era la época de cosecha cuando Rut decide trabajar la tierra para su sostén y el de Noemí. En ese momento, se dan cuenta de que el dueño de la tierra a laburar es de Boaz, cuñado de Santa Noemí, pariente del difunto Eliamélec. Siguiendo la ley de levirato, Rut contraería matrimonio con Boaz y a favor de Noemí, dándole un hijo que tendría el nombre de Obed, quien sería el heredero de la casa de Eliamélec.
Oración a Santa Noemí
Santa Noemí, las Escrituras cantan tus alabanzas. Hija del pueblo judío, sin embargo en país extranjero te desposaste y Dios te colmó de bendición en dos hijos y dos nueras. Al morir tu esposo e hijos regresaste junto a los tuyos; Rut, una de tus nueras, incondicional te acompañó sin abandonarte prometiendo fidelidad hasta la muerte.
En ella Dios continuó tu descendencia al dar Rut un hijo de nombre Obed, pero la nación entera decía: «Dios ha dado un hijo a Noemí». Tu nombre significa dulzura y así viviste el resto de tus días, bendiciendo al buen Dios por los favores recibidos y por la fuerza que te dio para resistir toda adversidad. Ayúdanos a permanecer siempre fieles al buen Dios a pesar de las pruebas que podamos pasar en la vida. Amén.
Oración a Santa Rut
Rut, mujer ejemplar de abnegación, sacrificio y fidelidad. Tú acompañaste a tu suegra Noemi tras enviudar y morir sus dos hijos de vuelta con su pueblo y nación judía. Allí Dios te esperaba para darte un nuevo esposo y descendencia con la que alegrar tu vida y la de Noemí.
Tu respeto a Dios, tu trabajo y dedicación fueron ejemplo y motivo de admiración para tu esposo que te colmó de amor y comodidad. Tu hijo Obed fue tu delicia y la certeza de tu progenie y, en ti, también la de tu suegra.
Tú fuiste generosa con Dios en Noemí, y Dios estuvo grande contigo y con los tuyos. Ayúdanos a ser serviciales y a atender las necesidades ajenas, dejando luego que sea Dios el que nos premie las buenas obras como sólo Él sabe hacer. Amén. Santa Rut, ruega por nosotros.
Canción del grupo Ain Karem sobre la historia de Ruth y Noemí.