Mártir junto con Exuperancio, Marcelo, Venustiano, durante la persecución de Diocleciano. Sabino era obispo a quién le cortaron las manos por no querer adorar a los ídolos. Parece ser que era obispo de Spoleto, en Umbría, y las ciudades de Asís, Chiusi, Faenza, Sulmona y Fermo se disputan su ciudadanía. Venustiano y su familia eran sus convertidos, mientras Exuperancio y Marcelo eran sus diáconos.
Según la leyenda, Sabino, obispo de Spoleto, junto a sus diáconos Exuperancio y Marcelo, fueron encarcelados y llevados ante el prefecto Venustiano. Éste les exhortó a que ofrecieran sacrificios a Júpiter. Pero Sabino, oró y la estatua cayó en pedazos; el prefecto encolerizado ordenó cortarle la mano a Sabino y ante sus ojos hizo torturar a sus diáconos hasta que murieron.
Según otras leyendas, en la cárcel devolvió la vista a un ciego y para impedir más milagros, se le cortaron las manos, pero esto no le impidió continuar obrando. El milagro del ciego provocó la curiosidad y el aprecio de su propio verdugo, víctima de una enfermedad ocular grave. Sabino se reunió con él, lo curó y esto llevó a la conversión del funcionario, pero también enfureció a los guardias imperiales, que no dudaron en matarlo a palos.
Pero en la otra leyenda paralela, en la cárcel, curó la ceguera a una niña, al enterarse Venustiano, hizo llamar a Sabino para que le curase de una grave dolencia, y el santo obispo le curó, con lo que se convirtió con toda su familia. Al enterarse el emperador ordenó que decapitaran a toda la familia de Venustiano y a Sabino lo trasladaron de Asís a Spoleto donde lo flagelaron hasta que murió.
La Diócesis de Spoleto, lo venera junto con los santos diáconos Marcelino y Esuperancio (no presentes en el Martirologio actualizado). Su fiesta se celebra en el mismo día, aunque fueron martirizados en fechas diferentes.
San Sabino es también representado en los mosaicos bizantinos de San Apolinar Nuovo, en Rávena. Es muy posible que este santo sea el mismo que figuraba en el calendario anterior como san Sabimno, mártir de Asís, muy cerca de Spoleto y con una tradición parecida, que se celebraba el 30 de diciembre y ha sido quitado del Martirologio actualizado por considerárselo una duplicación.