Por: . | Fuente: EWTN
Seminarista
Patrono de los novicios y seminaristas
Martirologio Romano: En Roma, san Estanislao de Kostka. Polaco de origen, con el deseo de entrar en la Compañía de Jesús huyó de la casa paterna y se dirigió a pie a Roma, siendo admitido allí en el noviciado por san Francisco de Borja y, consumado en breve tiempo realizando los mas humildes servicios, murió resplandeciente de santidad (1568).
Etimológicamente: Estanislao = Gloria y honor de su grupo
Breve Biografía
De este santo tan joven ha quedado una frase muy popular. Le preguntaron qué hay que hacer para demostrarle a la Virgen que la amamos, y respondió: "Ofrecerle pequeños homenajes, pero no dejar nunca de ofrecérselos".
Era hijo de un rico senador de Polonia, y nació en el castillo de su padre en 1550. A los 14 años entró a estudiar en un colegio de Jesuitas, pero tropezó con tres grandes obstaculos para su felicidad. El primero fue que su padre lo hizo hospedar en una casa de un calvinista protestante, el cual trataba mal a los católicos que eran fervorosos.
El segundo fue su hermano mayor Pablo, fiestero y mundano (todo lo contrario a Estanislao que era recogido y piadoso).
Y tercero, que el profesor que su padre les consigió para que les dirigiera, le tenía una antipatía especial y lo trataba con gran dureza. Todo esto le fue formando la personalidad y lo fue desprendiendo del mundo donde la gente no sabe hacer felices a los demás.
Como su hermano lo trataba mal, y el calvinista protestante no lo dejaba comulgar y el profesor era muy duro, y su padre se oponía a que se hiciera religioso, Estanislao dispuso huir de su casa e irse lejos, muy lejos, donde puediera realizar sus ideales religiosos. Quiso hacerse Jesuita en su país pero los padres de esa comunidad no se atrevieron a recibirlo por temor a echarse de enemigo a su padre. Entonces emprendió un viaje a pie a 500 kilómetros. Primero a Alemania, donde fue recibido amablemente por el superior regional de los Jesuitas. San Pedro Canisio, y luego hasta Roma, donde el superior general San Francisco de Borja lo recibió con especial cariño.
Al principio los religiosos lo emplearon en oficios humildes y domésticos, como lavar loza, servir en el comedor, etc. (a él que era de familia rica y distinguida), y lo hizo con muy buena voluntad y verdadera alegría.
Luego fue admitido en el noviciado donde resultó ser un verdadero modelo de santidad para todos. Se propuso hacer extraordinariamente bien las cosas ordinarias. Solamente alcanzó a durar nueve meses en aquella vida religiosa, pero fueron suficientes para dejar gran fama de piadoso, amable, servicial, buen trabajador, y excelente estudiante.
Su amor a Jesús Sacramentado era tan ardiente que cuando entraba al templo, su rostro se le volvía resplandeciente o se enrojecía. Y durante la santa misa o después de comulgar, frecuentemente era arrebatado en éxtasis, y quedaba como fuera de sí, sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
Polonia, el país de Estanislao, es una tierra donde hace intenso frío. Y en cambio los calores de Roma son casi insoportables en el mes de agosto. Y esto afectó fuertemente la salud del joven novicio y al principio de agosto empezó a sentirse muy mal. El 10 de agosto charlando con un religioso le dijo: "Estoy pensando cómo será de grande y bonita en el cielo la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Desearía ir este año a presenciarla". Y Dios le concedió su buen deseo.
Empezó a agravarse, y aunque los padres de la comunidad creían que la enfermedad le pasaría muy pronto, él estaba seguro de que la hora de su muerte estaba para llegar.
Y así el 15 de agosto de 1568, cuando sólo tenía 18 años, voló a la eternidad. Fue a presenciar la fiesta de la Asunción de la Virgen, en el cielo, como era su deseo.
Poco después llegó el hermano a llevárselo por la fuerza a Polonia, y se encontró con la amarga noticia de que había muerto. El pobre Pablo quedó toda la vida con el remordimiento de haber tratado tan duramente a Estanislao, y llegó a ser después un fervoroso creyente, y asistió a la beatificación de su hermano.
Por su intercesión se obtuvieron numerosos milagros, y el Santo Padre Pablo V lo canonizó el 31 de Diciembre de 1726 declarándolo patrono de los novicios y de los que se preparan al sacerdocio.
ORACION
Querido Benjamín de la Iglesia,
abrasado serafín de la Compañía de Jesús,
cuyo sagrado instituto abrazasteis
por orden de la misma Reina de los Ángeles,
haciendo para ello en traje de peregrino un largo y penoso viaje.
Hermoso Estanislao,
en cuyos dichosos brazos descansó el niño Dios,
trayéndote milagrosamente la salud
y recreándote con su dulcísimo presencia.
Ángel en carne humana,
a quién repetidas veces
los Espíritus angélicos dieron milagrosamente
el Pan de los Ángeles.
Nobilísimo joven,
que niño secular contenías con vuestra modestia
a la juventud disoluta,
y ya novicio de la Compañía
arrastrabais a otros con vuestro noble ejemplo
a la más sublime perfección.
Tu, cuyo pecho abrigaba tanto fuego de amor divino,
que no cesó de abrasaroS hasta consumiros,
haced, amabilísimo santo mío,
que prenda en mi corazón
un centella de la llama celestial,
que consumiendo mi amor propio,
purifique mi espíritu de manera
que logre después de este destierro,
entregar mi alma en los brazos de María Santísima,
y reinar con Vos eternamente en el cielo.
Amén.
Como su hermano lo trataba mal, y el calvinista protestante no lo dejaba comulgar y el profesor era muy duro, y su padre se oponía a que se hiciera religioso, Estanislao dispuso huir de su casa e irse lejos, muy lejos, donde puediera realizar sus ideales religiosos. Quiso hacerse Jesuita en su país pero los padres de esa comunidad no se atrevieron a recibirlo por temor a echarse de enemigo a su padre. Entonces emprendió un viaje a pie a 500 kilómetros. Primero a Alemania, donde fue recibido amablemente por el superior regional de los Jesuitas. San Pedro Canisio, y luego hasta Roma, donde el superior general San Francisco de Borja lo recibió con especial cariño.
Al principio los religiosos lo emplearon en oficios humildes y domésticos, como lavar loza, servir en el comedor, etc. (a él que era de familia rica y distinguida), y lo hizo con muy buena voluntad y verdadera alegría.
Luego fue admitido en el noviciado donde resultó ser un verdadero modelo de santidad para todos. Se propuso hacer extraordinariamente bien las cosas ordinarias. Solamente alcanzó a durar nueve meses en aquella vida religiosa, pero fueron suficientes para dejar gran fama de piadoso, amable, servicial, buen trabajador, y excelente estudiante.
Su amor a Jesús Sacramentado era tan ardiente que cuando entraba al templo, su rostro se le volvía resplandeciente o se enrojecía. Y durante la santa misa o después de comulgar, frecuentemente era arrebatado en éxtasis, y quedaba como fuera de sí, sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
Polonia, el país de Estanislao, es una tierra donde hace intenso frío. Y en cambio los calores de Roma son casi insoportables en el mes de agosto. Y esto afectó fuertemente la salud del joven novicio y al principio de agosto empezó a sentirse muy mal. El 10 de agosto charlando con un religioso le dijo: "Estoy pensando cómo será de grande y bonita en el cielo la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Desearía ir este año a presenciarla". Y Dios le concedió su buen deseo.
Empezó a agravarse, y aunque los padres de la comunidad creían que la enfermedad le pasaría muy pronto, él estaba seguro de que la hora de su muerte estaba para llegar.
Y así el 15 de agosto de 1568, cuando sólo tenía 18 años, voló a la eternidad. Fue a presenciar la fiesta de la Asunción de la Virgen, en el cielo, como era su deseo.
Poco después llegó el hermano a llevárselo por la fuerza a Polonia, y se encontró con la amarga noticia de que había muerto. El pobre Pablo quedó toda la vida con el remordimiento de haber tratado tan duramente a Estanislao, y llegó a ser después un fervoroso creyente, y asistió a la beatificación de su hermano.
Por su intercesión se obtuvieron numerosos milagros, y el Santo Padre Pablo V lo canonizó el 31 de Diciembre de 1726 declarándolo patrono de los novicios y de los que se preparan al sacerdocio.
ORACION
Querido Benjamín de la Iglesia,
abrasado serafín de la Compañía de Jesús,
cuyo sagrado instituto abrazasteis
por orden de la misma Reina de los Ángeles,
haciendo para ello en traje de peregrino un largo y penoso viaje.
Hermoso Estanislao,
en cuyos dichosos brazos descansó el niño Dios,
trayéndote milagrosamente la salud
y recreándote con su dulcísimo presencia.
Ángel en carne humana,
a quién repetidas veces
los Espíritus angélicos dieron milagrosamente
el Pan de los Ángeles.
Nobilísimo joven,
que niño secular contenías con vuestra modestia
a la juventud disoluta,
y ya novicio de la Compañía
arrastrabais a otros con vuestro noble ejemplo
a la más sublime perfección.
Tu, cuyo pecho abrigaba tanto fuego de amor divino,
que no cesó de abrasaroS hasta consumiros,
haced, amabilísimo santo mío,
que prenda en mi corazón
un centella de la llama celestial,
que consumiendo mi amor propio,
purifique mi espíritu de manera
que logre después de este destierro,
entregar mi alma en los brazos de María Santísima,
y reinar con Vos eternamente en el cielo.
Amén.