Natividad de san Juan Bautista

24 de Junio
Solemnidad Litúrgica
Seis meses antes de la Natividad del Señor celebramos la de su Precursor. Refiere San Lucas que Isabel era estéril y que tanto ella como Zacarías eran de edad avanzada. Pero un día en que él oficiaba en el templo de Jerusalén, se le apareció un ángel que le dijo: «Tu mujer te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan».

Tiempo después, en la Anunciación, el ángel Gabriel dijo a María que su pariente Isabel estaba en el sexto mes de embarazo. María marchó presurosa a Ain Karem, entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír ésta el saludo de María, saltó de gozo el hijo que llevaba en su seno.

Cuando se le cumplió el tiempo, Isabel dio a luz un hijo, de quien profetizó su padre: «Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos». Juan vivió en el desierto hasta el momento de empezar su predicación. De él dijo Jesús: «Entre los nacidos de mujer, ninguno mayor que Juan Bautista».

Oración:
Oh Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor, un pueblo bien dispuesto, concede a tu familia el don de la alegría espiritual y dirige la voluntad de tus hijos por el camino de la salvación y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

La vocación profética de San Juan Bautista está rodeada, desde el vientre materno, de eventos extraordinarios que preparan el nacimiento de Jesús. El Evangelio de Lucas (1, 39-45) relata que su madre Isabel, mientras estaba embarazada, había recibido la visita de María, quien a su vez ya estaba en espera de Jesús, y que Juan exultó de alegría en el seno materno ante la voz de María.

Isabel era estéril y ya anciana. Había sido el arcángel Gabriel quien le había anunciado a su marido Zacarías, el nacimiento de un hijo: “No temas Zacarías – le había dicho –tu oración ha sido escuchada y tu mujer Isabel te dará un hijo al que llamarás Juan. Tendrás alegría y exultación y muchos se alegrarán por su nacimiento, puesto que será grande ante el Señor”.

Juan Bautista se presenta a sí mismo
“Voz de uno que grita en el desierto: ¡Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos!”. Juan Bautista se definía así a sí mismo y su misión. Los Evangelios nos dicen que vivía en el desierto, vestido con piel de camello, comía langostas y miel silvestre, hacía penitencia y predicaba invitando a la conversión. Un día, a orillas del río Jordán, se produce el encuentro con el mismo Mesías que le pide ser bautizado él también. Es un bautismo de penitencia el que realiza Juan y que es figura del Bautismo según el Espíritu. “Yo los bautizo con agua para la conversión –decía a sus discípulos– pero el que viene después de mí es más poderoso que yo y yo ni siquiera soy digno de desatar los lazos de sus sandalias. Y él los bautizará en Espíritu Santo y fuego”.

Y después de haber bautizado al Salvador revelaba: “Ahora mi alegría es completa. Él debe crecer y yo, en cambio, disminuir”. Había cumplido su misión.

Un hombre justo y el precio de la verdad
Juan Bautista ama la verdad y por esto muere decapitado en prisión. Lo había hecho arrestar el Rey Herodes a causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe, que se había casado con ella. En efecto Juan, le había recordado que era ilícito estar con la mujer de su hermano. Herodes, reconociendo en él a un hombre justo, no habría querido mandarlo a matar. Pero Herodías tuvo las de ganar, convenciendo a la hija para que pidiera, como premio por su danza en un banquete, preciosamente la cabeza del Bautista

Un culto muy difundido
La cabeza de San Juan Bautista, llamado por esta razón “degollado”, se conserva en la actualidad en la iglesia de San Silvestre in Capite en Roma, pero privada de la mandíbula, que se encuentra en la catedral de San Lorenzo de Viterbo

El culto de San Juan Bautista se difundió muy pronto en toda la cristiandad; muchas ciudades tomaron el nombre y lo eligieron como patrono entre las cuales, en Italia, Turín, Florencia, Génova y Ragusa

Juan Bautista es el santo más representado en el arte de todos los siglos, con frecuencia retratado siendo niño junto al pequeño Jesús

(Fuente: Vatican News)