También en Londres, en Inglaterra, san Albano Roe, de la Orden de San Benito, y beato Tomás Green, ambos presbíteros y mártires, los cuales, ya ancianos, durante el reinado de Carlos I dieron su vida por Cristo al ser ahorcados en Tyburn, después de haber pasado en la cárcel diecisiete años el primero y catorce el segundo.
Albano Roe nació en Suffolk e hijo de protestantes; estudió en Cambridge. Fue convertido al catolicismo por las respuestas de un encarcelado católico que él quería convertir al anglicanismo. Dejó su patria y se licenció en Teología en el Colegio Inglés de Douai en Francia. En 1612, ingresó en el monasterio benedictino de Dieuleward (ahora Ampleforth) con el nombre de Albano y fue ordenado sacerdote.
De regreso a su patria, fue pronto arrestado. Después de cinco años preso, fue liberado en 1623 gracias a la mediación del embajador de España, pero fue exiliado. No se dio por vencido, y después de pocos meses regresó a Inglaterra. Fue traicionado y por tanto, fue nuevamente encarcelado, donde ejercitó su ministerio sacerdotal entre sus compañeros de desventuras.
Después de algún tiempo se le concedió el permiso para salir libremente de prisión, y él lo aprovechó para seguir con el apostolado. Fue descubierto y condenado a muerte. Mártir en Tyburn, Londres. En el monasterio de Downside se conserva un paño mojado con su sangre. Fue canonizado el 25 de octubre de 1970 por el Papa Pablo VI.