San Eustasio de Luxeüil, abad

29 de Marzo


Discípulo de San Columbano, monje y maestro irlandés
Sacerdote francés de la Orden de San Benito, nació a mitad del siglo VI en una familia noble de Borgoña con todas las condiciones para elegir los caminos de su vida. Pero eligió el camino de la palabra de Jesús y el Santoral de la Iglesia Católica recuerda hoy 29 de marzo su vida y su obra.

Sobrino de Miget, obispo de Langres, Eustasio quería tener una formación exigente dentro de la Iglesia, un lugar de oración y de verdad. Decidió entonces ingresar al monasterio de Luxeuil, en Burgundia, Francia, cuyo abad y fundador era San Columbano, un monje irlandés de gran obra en el catolicismo.

San Eustasio creció como discípulo de San Columbano al punto que en el año 610, cuanto este condenó los errores de la reina Bruneguilda y de su nieto rey de Borgoña, lo acompaño en su exilio. Como pastores itinerantes de su tiempo, Eustasio y su maestro Columbano predican por el Rhin. Caminando junto al río hacia arriba, cruzándose con gente que deseaba escucharlos. Y bordean el lago Constanza, hasta llegar a tierras suizas.

Sabiendo tal vez Columbano que ya no volvería a su pretigioso monasterio de Luxeuil, lo nombró abad a Eustasio y lo mandó al frente del lugar donde se habían conocido. Los escritos de la época muestran que ahí, al frente de Luxeüil, con grandes responsabilidades, la vida y la obra de Eustasio cobran una estatura de santo. Y logra tener tal carisma, que solía reunir a 600 monjes para orar y discutir sobre dilemas.

El Rey Teodorico envía por el año 612 a San Eustasio a Roma, al monasterio de Bobio, a buscar a San Columbano y ofrecerle que vuelva al prestigioso monasterio francés de Luxeüil, pero el santo irlandés no acepta y lo confirma a Eustasio en su lugar.

En Luxeüil, San Eutasio pasaría sobresaltos por las actitudes innobles de un discípulo que lo acusó en un par de oportunidades condenando las reglas de San Columbano. Pero el rey y los sacerdotes de la Iglesia Católica que juzgaban apoyaron siempre a San Eustasio, ya establecido como una figura del pueblo.

San Eustasio recobró la prestancia que había tenido el monasterio; evangelizó a paganos en Doubs y Baviera; adoptó la fecha francesa de la Pascua; y creó el primer monasterio doble de religiosos y religiosas conviviendo en un mismo lugar. A él se le atribuye el milagro de la curación de santa Salaberga cuando era niña.

San Eustasio murió en el monasterio en donde creció y admiró a San Columbano, en Luxeuil-les-Bains (Francia) y luego de una dolorosa enfermedad, en abril del año 629.