Santa Dorotea, Virgen y Mártir

† martirizada el 3 de febrero del año 303 en Cesarea, Capadocia
Patrona de floristas; jardineros; novias, parteras; recién casados; cerveceros.
¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Acaso la tribulación, o la angustia, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la persecución, o el cuchillo?
Romanos 8, 35

Dorotea era una joven que a finales del siglo III vivía en Cesarea, en Capadocia, una región de Asia Menor donde estaba floreciendo una de las primeras comunidades cristianas.
Desde temprana edad abrazó la fe en el Señor y se distinguió por el largo tiempo que pasaba en la oración, por el sacrificio, por el ayuno y por las obras de caridad hacia el prójimo.

La persecución de Sapricio
En aquel entonces, el perseguidor de los cristianos Sapricio se enteró de la fama de Dorotea y la encarceló para obligarla a ofrecer sacrificios a los dioses. Como la joven, a pesar de la amenaza de la hoguera, se mantuvo firme en no abjurar de su fe, Sapricio la confió a otras dos jóvenes que, antes que ella, sí habían abjurado para salvar sus vidas: Crista y Calixta. La idea del perseguidor, sin embargo, se volvió en su contra y el resultado fue que Dorotea hizo que estas jovenes se convertieran de nuevo a la fe en Jesús. Las dos jóvenes acompañaron y precedieron en el martirio a Dorotea.

Otra conversión debida a … una cesta de manzanas y rosas
Mientras era llevada a la horca, la tradición dice que Dorotea cumplió la promesa que había hecho antes al juez Teófilo quien, al condenarla a muerte por decapitación, la desafió diciendo: “Envíame manzanas y rosas desde el cielo”. Así que, poco antes de ser asesinada, se dice que el juez vio que un un ángel le entregaba una cesta con tres rosas y tres manzanas en pleno invierno, con el resultado de que el sarcástico juez inmediatamente también se convirtió y aceptó la fe cristiana.

El resultado de la conversión
Como ya había sucedido con Crista y Calista, la gran fe de Dorotea sostenida por aquel prodigioso acontecimiento, obtuvo la nueva y sorprendente conversión de Teófilo. El resultado fue que debido a su sorpresiva profesión de fe, Teófilo también fue condenado a muerte. Por eso, su memoria litúrgica está asociada con la de Santa Dorotea en el mismo día.

Meditación sobre la castidad representada por la rosa
Considera las rosas que trae el ángel a Dorotea; descubrirás en ellas tres cualidades que debe poseer una virgen para conservar la pureza. El color de la rosa es el pudor, y el pudor es el compañero de la virtud. ¿Quieres ser casto? Ten pudor; él guarda las murallas de tu corazón. Huye de los lugares donde se ven o se oyen cosas capaces de herir la pureza y de avergonzar a la virtud.

Tiene la rosa sus espinas, que punzan a todos los que se le aproximan, nobles o ricos, rústicos o pobres. ¡Qué gran lección para una virgen! Siempre debe conservar una circunspección y una severidad que aparten de ella a las personas de vida desordenada; nunca debe complacerse en palabras, ni en actos, por mínimamente deshonestos que sean. Además, las espinas son emblema de la mortificación, y la mortificación es la salvaguardia de la pureza del cuerpo y del alma. Sin ella, imposible conservarse puro.

La rosa se eleva hacia el cielo, como para decir que sólo tiene belleza y amor para Dios, y que de Él espera el rocío y la luz necesarios para su conservación. Almas castas, pedid a Dios la pureza, no os fiéis de vosotras mismas; si Dios no os la concede, inútiles son vuestros cuidados y austeridades. Aprended de esta flor, vírgenes consagradas a Dios, que no debéis tener belleza sino para agradar a Dios, ni amor sino para Él. Que las vírgenes no busquen otra cosa que agradar a Dios, porque de Él solo esperan la recompensa de su virginidad (San Cipriano).
La confianza en Dios.
Orad por vuestros amigos.

Que la bienaventurada Dorotea, virgen y mártir, implore por nosotros, oh Señor, vuestra misericordia, ella que siempre os fue agradable por la hermosura de su castidad y por su valentía en confesar vuestro Santo Nombre. Por J. C. N. S.