(Fecha desconocida)
La tradición dice que Columba era natural de España y, a la edad de dieciséis años, se trasladó a las Galias con otros españoles que posteriormente fueron martirizados. Se dice que aquel grupo de emigrantes se estableció en Sens. Al parecer, Columba era hija de padres nobles que practicaban la religión pagana, a quienes abandonó en secreto para evitar que la obligasen a adorar a los dioses falsos. En la ciudad francesa de Vienne recibió el bautismo. Cuando Aureliano llegó a Sens, ordenó que Santa Columba y sus compañeros fuesen ejecutados.
La "pasión" de estos mártires relata una fábula extravagante sobre Columba, la que fue milagrosamente protegida del deshonor y la brutalidad de sus carceleros, cuando fue entregada a los soldados, por uno de los osos del anfiteatro que no se apartaba de ella y atacaba a todo el que se acercase. Columba murió decapitada junto al manantial de Azon, sobre el camino de Meaux. y un hombre que había recuperado la vista al invocar el nombre de la santa, se encargó de dar sepultura al cadáver, en los alrededores del sitio de la ejecución.
El culto a Santa Columba se extendió por Francia, España e Italia, en algunas de cuyas diócesis se celebra todavía su fiesta. Sin embargo, a mediados del siglo pasado, fracasó el intento que se hizo para dar nuevo impulso a la devoción popular por esta santa. La abadía de Santa Columba, que conservaba sus reliquias, era la principal de las casas religiosas de Sens. La tercera de las iglesias dedicadas a Santa Columba fue consagrada por el Papa Alejandro III en 1164. Al año siguiente, cuando Santo Tomás Becket huyó de Inglaterra para hacer su apelación al Papa y no pudo quedarse en Pontigny, se refugió en el monasterio de Santa Columba y ahí estableció su residencia hasta que regresó a Inglaterra para recibir el martirio.
No obstante que la pasión de estos mártires, en sus diversas versiones, se conserva en numerosos manuscritos, no tiene ningún valor histórico. Mombricio y los bolandistas la imprimieron en su Catalogus hagiographicus Bruxellensis, vol. I, pp. 302-306. Véase además a Tillemont en Mémoires, vol. IV, p. 347 y, sobre todo, a G. Chastel en Ste. Colombe de Sens (1939) que contiene un nuevo texto de la pasión y detalles importantes sobre el culto.
Santa Colomba de Sens (Hispania, h. 257- decapitada ¿en Meaux?, 273) fue una virgen mártir cristiana considerada santa y a la que se asocia con Sens en Francia y una fuente llamada d'Azon. Su fiesta se celebra el 31 de diciembre.
Toda su historia es bastante legendaria. Se dice que, a los dieciséis años de edad, huyó de Hispania para marchar a la Galia con la finalidad de escapar a las persecuciones del emperador Aureliano. No obstante, fue localizada y apresada. Mientras estaba en prisión, uno de los guardias de la prisión intentó violarla. Un oso que se usaba en un anfiteatro cercano atacó al guardia y la rescató. Sin embargo, más tarde fue martirizada en Meaux.
Cuenta la hagiografía católica que la condenaron a morir en la hoguera, pero que, al resistir a las llamas, la degollaron en un bosque cercano. Donde cayó su sangre creció un arroyo.
Se construyó una capilla en la tumba, seguida más adelante por la abadía de Sens. Otras iglesias de Francia llevan su nombre. También se dice que fue patrona de la iglesia parroquial de Chevilly, en la diócesis de París. Sus restos no están en Sens, sino que aparentemente se encuentran (o se encontraban) en Rímini (Italia).
Se desconocen los motivos por los que los restos de Santa Columba no permanecieron en Sens (al menos en gran parte), sino que fueron enviados a Rimini, a la Catedral de Santa Columba. Las reliquias fueron llevadas (solamente una parte) por el obispo Castelli, de Rimini, que viajó a Sens con ese fin, en la segunda mitad del siglo XVI.
Posteriormente se dieron cuenta que los fragmentos de las reliquias traídas de Francia complementaban perfectamente los fragmentos de las viejas reliquias de Santa Colomba, ya existentes en Rimini, que según la leyenda llegaron por barco (aunque no se sabe de donde).
En el arte, santa Colomba está representada como una doncella coronada encadenada. A veces puede:
-tener un perro o un oso encadenado
-sostener un libro y una pluma de pavo real,
-estar con un ángel sobre una pira funeraria, o estar decapitada.
El culto a Santa Columba se extendió por Francia, España e Italia, en algunas de cuyas diócesis se celebra todavía su fiesta. Sin embargo, a mediados del siglo pasado, fracasó el intento que se hizo para dar nuevo impulso a la devoción popular por esta santa. La abadía de Santa Columba, que conservaba sus reliquias, era la principal de las casas religiosas de Sens. La tercera de las iglesias dedicadas a Santa Columba fue consagrada por el Papa Alejandro III en 1164. Al año siguiente, cuando Santo Tomás Becket huyó de Inglaterra para hacer su apelación al Papa y no pudo quedarse en Pontigny, se refugió en el monasterio de Santa Columba y ahí estableció su residencia hasta que regresó a Inglaterra para recibir el martirio.
No obstante que la pasión de estos mártires, en sus diversas versiones, se conserva en numerosos manuscritos, no tiene ningún valor histórico. Mombricio y los bolandistas la imprimieron en su Catalogus hagiographicus Bruxellensis, vol. I, pp. 302-306. Véase además a Tillemont en Mémoires, vol. IV, p. 347 y, sobre todo, a G. Chastel en Ste. Colombe de Sens (1939) que contiene un nuevo texto de la pasión y detalles importantes sobre el culto.
Santa Colomba de Sens (Hispania, h. 257- decapitada ¿en Meaux?, 273) fue una virgen mártir cristiana considerada santa y a la que se asocia con Sens en Francia y una fuente llamada d'Azon. Su fiesta se celebra el 31 de diciembre.
Toda su historia es bastante legendaria. Se dice que, a los dieciséis años de edad, huyó de Hispania para marchar a la Galia con la finalidad de escapar a las persecuciones del emperador Aureliano. No obstante, fue localizada y apresada. Mientras estaba en prisión, uno de los guardias de la prisión intentó violarla. Un oso que se usaba en un anfiteatro cercano atacó al guardia y la rescató. Sin embargo, más tarde fue martirizada en Meaux.
Cuenta la hagiografía católica que la condenaron a morir en la hoguera, pero que, al resistir a las llamas, la degollaron en un bosque cercano. Donde cayó su sangre creció un arroyo.
Se construyó una capilla en la tumba, seguida más adelante por la abadía de Sens. Otras iglesias de Francia llevan su nombre. También se dice que fue patrona de la iglesia parroquial de Chevilly, en la diócesis de París. Sus restos no están en Sens, sino que aparentemente se encuentran (o se encontraban) en Rímini (Italia).
Se desconocen los motivos por los que los restos de Santa Columba no permanecieron en Sens (al menos en gran parte), sino que fueron enviados a Rimini, a la Catedral de Santa Columba. Las reliquias fueron llevadas (solamente una parte) por el obispo Castelli, de Rimini, que viajó a Sens con ese fin, en la segunda mitad del siglo XVI.
Posteriormente se dieron cuenta que los fragmentos de las reliquias traídas de Francia complementaban perfectamente los fragmentos de las viejas reliquias de Santa Colomba, ya existentes en Rimini, que según la leyenda llegaron por barco (aunque no se sabe de donde).
En el arte, santa Colomba está representada como una doncella coronada encadenada. A veces puede:
-tener un perro o un oso encadenado
-sostener un libro y una pluma de pavo real,
-estar con un ángel sobre una pira funeraria, o estar decapitada.