Beata Miguelina Metelli de Pesaro

19 de Junio


En Pesaro, en el Piceno, beata Miguelina, viuda, que entregó todos sus bienes a los pobres y, vestido el hábito de la Tercera Orden Regular de San Francisco, mendigando su pan, llevó una vida humilde y muy disciplinada.

Miguelina Metelli, nació en Pesaro en el seno de la familia de los condes de Pardi
A los 12 años se casó con el duque Malatesta y a los 20 años se quedó viuda y madre de un único hijo: Pardino.

Por aquel tiempo llegó a Pésaro, procedente de Siria, una santa mujer llamada Sor Soriana, porque vestía como una religiosa. Miguelina, fascinada por sus virtudes, quiso tenerla como huésped en su casa y con el paso de los días sintió nacer en su ánimo el deseo de practicar la perfección evangélica; pero el apego a sus riquezas, el amor a su único hijo y la vanidad femenina todavía se lo impedían.

Un día Soriana, encontrándose junto con Miguelina en la iglesia de San Francisco, arrobada en éxtasis, sintió una voz que le aseguraba que pronto Miguelina la seguiría por el mismo camino. Posteriormente ambas recibieron una confirmación de esto mientras estaban en oración ante el Crucifijo. Después una misteriosa coincidencia pareció confirmar aquella voz: el pequeño Pardino, atacado de epilepsia murió en poco tiempo.

Cuando murió su único hijo decidió cambiar de vida, pero encontró la oposición de sus padres, que la encerraron como si estuviera loca. Cuando fue liberada renunció a su patrimonio en favor de los pobres y se hizo Terciaria franciscana, llevando así por primera vez a Pésaro la Tercera Orden. Junto con el beato Cico de Pesaro fundó la Compañía de la Misericordia.

Fue en peregrinación a Jerusalén. Allí, sobre el monte del Calvario tuvo la visión de Cristo crucificado.

Una humilde mujer la acogió en su casa de Pesaro y vivió así de la caridad hasta su muerte.
Fue enterrada en la iglesia de San Francesco de Pesaro.
Su culto fue confirmado el 24 de abril de 1737 por el papa Clemente XII.
Patrona de Pesaro.