Martirologio Romano:
En el monasterio de Hornbach, junto a Estrasburgo, en Burgundia, sepultura de san Pirmino, obispo y abad de Reichenau, que evangelizó a alamanes y bávaros, fundó muchos monasterios y compuso para sus discípulos un libro para catequizar a los agrestes. 753.
Nació en el seno de una familia visigoda en Aragón; con el tiempo fue consagrado obispo. Cuando los sarracenos invadieron España, tras la batalla de Guadalete, huyó y llegó a Luxemburgo. Empezaron las suspicacias de los obispos locales y tuvo que marchar a Roma para recabar el apoyo del papa san Gregorio II. Con el respaldo del Papa (fue ordenado "corepíscopus" de Augen), regresó a Francia y se entregó a la predicación en Luxemburgo, Suiza, Baviera y Alsacia. Su forma de hablar era sencilla; ante todo, era un buen catequista. Como resumen de sus exposiciones, escribió un libro: “Dichos del abad Pirminio, espigados en los santos libros”.
Fundó, en el 724, el monasterio benedictino de Reichenau, en una isla del lago Constanza. En el 727, se trasladó a Alsacia donde fundó la abadía de Murbach. En el 740 fundó en Suiza, en el cantón de San Galo el convento de Pfáfers; reformó otras, en particular la abadía de Dissentis, introduciendo en todas la regla benedictina. Fue uno de los grandes apóstoles de las tierras germanas. Murió en el monasterio de Hornbach de Estrasburgo.
Uno de los libros de Pirminius fue especialmente influyente: Los Dicta Abbatis Pirminii, de singulis libris canonicis Scarapsus (= Excarpsus) o Dichos de Pirminius, conjunto de citas de las Sagradas Escrituras y escritos de los Padres de la Iglesia que recopiló para ser utilizados como un catecismo moral de fácil consulta para los predicadores, misioneros y párrocos que debían ilustrar sus sermones. Escrito entre 710-724, contiene el texto más antiguo conservado del Credo. El nombre de la ciudad de Pirmasens se deriva de este personaje.