Fue uno de los primeros miembros de la Orden del Carmelo.
Sus padres fueron judíos convertidos al cristianismo gracias a una aparición de la Santísima Virgen.
Desde la infancia mostró extraordinarios dones para lo espiritual y lo intelectual.
A los 15 años hablaba ya el griego, el latín y el hebreo.
Durante cinco años vivió como ermitaño en el Monte Carmelo. Se hizo carmelita en el Monte Carmelo de Palestina y se ordenó de sacerdote.
Viajó a Roma con otros compañeros ante el avance de los musulmanes y para obtener del papa Honorio III la aprobación de su nueva Regla.
Después marchó a Sicilia a predicar contra los cátaros que estaban infestando la isla. En Sicilia, convirtió a muchos con su predicación y milagros y en Palermo convirtió a más de 200 judíos.
Cuando se encontraba predicando a una multitud, en Locata, fue acuchillado por una banda de malhechores.