En Eleutherópolis, de Palestina, pasión de los santos cincuenta soldados, que en tiempo del emperador Heraclio, a causa de su fe en Cristo fueron muertos por los sarracenos que asediaban Gaza.
Entre los cuales: santos Floriano, Calanico, Pablo, Fotino, Zitas, Eugenio, Muselio, Juan, Juan, Teodoro, hijo del precedente, Jorge, Teopento, otro Jorge, Sergio, otro Jorge, Ciríaco, otro Juan, Zitas, Filoxeno, otro Jorge, otro Juan y otro Jorge, todos de la cohorte de los Escitas; Teodosio, Epifanio, Juan, Teodoro, Sergio, Jorge, Tomás, Esteban, Conón, otro Teodoro, Pablo, otro Juan, otro Jorge, otro Juan, otro Juan, Paulino, Cayumas, Abramio, Marmises y Marino, todos de la cohorte de los Voluntarios.
Es un grupo de 50 mártires, ejecutados por los invasores musulmanes, en Eleutherópolis (Beit Jibrin) en Palestina, en tiempos del emperador Heraclio.
El 6 de noviembre del 638, en tiempo del emperador griego Heraclio en Constantinopla, tres años después de la conquista de Gaza por el comandante musulmán Ambrus, algunos meses después de la rendición de Jerusalén al califa Omar Ibn Al-Khattab de Damasco, fueron al martirio en Jerusalén 10 soldados cristianos y, del mismo grupo un mes después, 50 soldados cristianos en Gaza.
Los árabes musulmanes bajo el liderazgo de Omar, califa de Damasco, comenzaron la conquista de la Tierra Santa en 634, en 635 capturaron, tras la batalla de Gaza, la ciudad costera y se enfrentaron al ejército cristiano en el año 636, en la batalla de Yarmuk; en la primavera del 638, luego de un corto asedio y sin derramamiento de sangre, fue entregada Jerusalén por el patriarca Sofronio.
En la batalla de Gaza del 635, los soldados se habían rendido con la firma, por unos 60 miembros, de un documento donde se comprometían a dejar el libre paso a las tropas musulmanas. Sin embargo, esta capitulación ante el comandante de los árabes no fue mantenida por Ambrus, que ordenó a los 60 la inmediata apostasía del cristianismo, y el paso al Islam. Dado que se negaron, fueron separados de sus esposas, hijos y armas, encadenados y mantenidos en cautiverio. Después de treinta días fueron trasladados a Eleutheropolis, entonces una ciudad importante entre Gaza y Jerusalén. Durante cinco meses los prisioneros fueron reclamados en repetidas ocasiones a la apostasía, y luego fueron llevados encadenados a Jerusalén.
El que había sido hasta entonces patriarca de Jerusalén, Sofronio, visita con frecuencia a los presos de noche y los alienta a perseverar en la fe. Después de diez meses el emir de Jerusalén los pone de nuevo bajo las órdenes de Ambrus. Como advertencia del vigor de la orden de apostasía, toma diez soldados y los ejecuta. Según la lista es evidente que pertenecían a dos grupos: los de los escitas y la de los voluntarios.
Treinta días después, el emir ordenó el envío a Gaza de los restantes 50. Y el 17 Diciembre del 638, hacia el mediodía, son asesinados por guerreros sarracenos. Los cristianos compraron luego los cuerpos, que fueron enterrados en Eleutheropolis, y se construyó sobre la fosa común una iglesia dedicada a la Santísima Trinidad.