Milagros de santa Rosa de Lima



La “Patrona de América, el Nuevo Mundo y las Filipinas” fue canonizada en 1671 por el Papa Clemente X, convirtiéndose en la primera santa del continente americano.

Durante siglos se han creado diversas historias entorno a Isabel Flores de Oliva: desde su don para conversar con los animales, curar a los enfermos hasta evitar la llegada de corsarios a Lima, la veneración a “Santa Rosa” es una de las más populares en Perú.

En esta nota conoce los “milagros” atribuidos a la santa que pese a no ser considerados por el Vaticano para su canonización, perduran hasta ahora en el imaginario de las personas.

Al igual que San Martín de Porres, la santa habría tenido el don de hablar con ciertos animales, como aves y mosquitos, quienes la obedecían en todo.


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La lluvia de flores ante el Papa Clemente IX
Antes de la beatificación de “Santa Rosa de Lima”, el Papa Clemente IX tenía dudas de sus poderes y milagros por lo que decidió “comprobarlos”.

El sumo pontífice habría dicho: “¡Hum! ¡Patrona y Santa! ¿Y Rosa? Que lluevan flores sobre mi escritorio si es verdad”. En aquel momento comenzó a caer sobre la mesa del Papa una lluvia de rosas que lo sorprendió. Este hecho fue decisivo para que su canonización se apruebe años después.


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Santa Rosa de Lima y los enfermos
Isabel Flores de Oliva no tuvo reparos en acercarse a los enfermos. La leyenda cuenta que los visitaba junto a una estampita del niño Jesús al que llamaba “niño doctorcito”. Muchos de ellos atribuyeron haberse sanado gracias a ella.

Santa Rosa falleció a los 31 años de tuberculosis. Uno de los títulos que posee es el de “Patrona de los tuberculosos”. En 1907 se inauguró en el Hospital Dos de Mayo un pabellón que lleva su nombre y en donde se atienden a pacientes con esta enfermedad.


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Santa Rosa de Lima durante el asedio de Lima por el corsario Joris Van Spilbergen
En 1615 El malicioso pirata Joris Spilbergen fue uno de los primeros corsarios holandeses que amenazaron con el Virreinato del Perú, quien ya había recorrido varios territorios peruanos en búsqueda de destrucción y despilfarre de los bienes de las ciudades.

Curiosamente el pirata nunca llegó al Santuario en donde la Virgen predicaba la palabra, dicho por el mismo pirata, sus intenciones eran acabar con el sitio y hacer profanación de la imagen del altar en el sacramento de Santo Domingo. Milagros de Santa Rosa de Lima

Cuenta la historia que la Virgen corrió rápidamente hacia el Sagrado Sacramento de Santo Domingo para proteger el altar de los piratas, la mujer estaba dispuesta a cubrir con su cuerpo costase cualquier cosa hasta su propia vida con tal de defender en cuerpo y alma la divina imagen del altar que se encontraba en el Sagrado Sacramento de Santo Domingo.

Curiosamente el hombre malo y despiadado nunca llegó al sitio ya que tomó rumbos diferentes y el destino se convirtió en otro, es por ello que se le atribuye a la Rosa de Santa María el Milagro de Protección al Sagrado Sacramento de Santo Domingo.

Aunque registros de la época cuentan que la verdadera razón y motivo del por qué el pirata no llegó nunca a las orillas de Lima fue porque apenas se acercaron sus buques a la costa los mismos fueron bombardeados por las fuerzas protectoras peruanas, causa que le motivó a emprender otro camino hacia Acapulco.

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Santa Rosa de Lima y la protección al pueblo filipino en la Segunda Guerra Mundial
Santa Rosa de Lima es “Patrona de las Filipinas”. La leyenda cuenta que se le apareció a un grupo de personas que huían de un ataque japonés durante la Segunda Guerra Mundial

Ocurrió en el pueblo de Bucol. Ellos vieron a una bella dama vestida con túnicas blancas y negras que los guió hasta la parroquia de Santa Rosa. Cuando entraron ella les ofreció abundante pescado y arroz. Agradecidos, los desplazados cayeron de rodillas al ingresar al templo y reconocer su imagen presidiendo el altar.

Cuando los militares japoneses llegaron a la iglesia no pudieron ingresar ya que sus caballos se resistían a atacar. Tras el acontecimiento, el pueblo fue rebautizado como Santa Rosa Laguna.


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Cura de un niño tuberculoso

Mientras hacía su labor de ayudante y fiel servidora del Señor, Rosa de Santa María hizo milagros con la ayuda de la imagen del Niño Jesús, a quien le llamaba niño Doctorcito.

Uno de los testimonios es el que cuenta cómo Rosa de Santa María ayudó a un niño enfermo de tuberculosis a recuperarse milagrosamente, cuando esto sucedió todavía se encontraba con vida.

La historia comienza cuando una mañana del mes de Junio una mujer se levanta y se prepara para realizar sus labores en el hogar, la mujer muy dulcemente siempre se preparaba para despertar y alistar a su pequeño hijo para que la ayudase a trabajar en el huerto de su casa.

Ella, siempre esperaba encontrar esa sonrisa tierna que despertaba a la par con su hijo, lo cual no sucedió esa mañana.

María fue a la habitación en donde reposaba su hijo y se dio cuenta de que tenía un aspecto bastante preocupante, tenía los ojos cansados y se mantenía en un movimiento tembloroso del frío, la madre rápidamente se acercó y tocó a su hijo y se dio cuenta que estaba que ardía de la fiebre, no podía respirar bien y cada vez se le dificultaba más inhalar aire.

La mujer con lágrimas en los ojos pensó que su hijo posiblemente estaba padeciendo de tuberculosis o cualquier enfermedad atroz que se le pasara por la mente, ella muy rápido dispuso a tratar de bajarle la fiebre a su pequeño pero en cada intento desistía más, pasó mucho rato acurrucada junto a su pequeño hijo pensando también que ese podía ser la última vez que lo viera con vida. Milagros de Santa Rosa de Lima.

Fue luego de tres días de mucha preocupación que la madre decidió ir a la ermita en donde se encontraba Rosa de Santa María ayudando a un hombre negro que huía de las personas quienes lo maltrataban.

El hombre al ver la cara de preocupación de la madre y asustada decidió ceder su momento a la mujer para que recibiera la ayuda de Rosa de Santa María.

Quien le dijo muy dulcemente que no se preocupara que todo en manos de Dios es posible, que no hay cusa perdida, y que posiblemente no es esa horrorosa enfermedad de tuberculosis.

Se acercaron al sitio en donde residía la mujer y entraron en la habitación en donde se encontraba el pequeño, fue allí que la Santa pudo ver que el niño estaba atravesando por un cuadro severo de gripe, y que estaba muy congestionado, la dulce mujer se cercó suavemente al pequeño y sacó la imagen del Divino Niño Doctorcito.

Empezó a acariciar la frente del pequeño y le hizo oraciones al niño Dios, mientras que la madre brotaba lágrimas por sus ojos de la belleza que emanaba de aquella mujer en cada segundo de la oración.

Durante tres días seguidos la Rosa de Santa María estuvo recurriendo a la casa del pequeño para hacerle una oración con la imagen del Divino Niño Doctorcito, mientras su madre le acariciaba muy tranquilamente la frente con compresas húmedas para calmar la fiebre.

En su pecho estaban puestas varias medallas de la Virgen María , como protectora del pequeño.

A la semana después, mientras en su ermita reposaba la Rosa de Santa María en una de sus horas de descanso, se acercó a su puerta la mujer con el pequeño en brazos, quien milagrosamente se había recuperado del cuadro que casi le cuesta la vida.

En sus manos el pequeño llevaba frutos del huerto de su madre y rosas para agradecerle a la Santa Madre de Lima, ella con mucho gusto las aceptó y las hizo parte de su propio jardín al lado de su ermita.

Este es uno de los Milagros de Santa Rosa de Lima, muy reconocido entre los habitantes del pueblo en donde se encuentra la ermita de Santa Rosa de Lima. Milagros de Santa Rosa de Lima.

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Las rosas de su jardín

Otro de los tradicionales testimonios de milagros ocurridos por obra y gracia de la Santa Rosa de Lima, cuenta que las primeras rosas de Limas fueron sembradas en el jardín que se encontraba justo al lado de la ermita en donde ella recurría, construída por sus propias manos y las de su hermano que siempre la apoyó en todo momento durante sus años en el servicio fiel y devoto al Señor Todopoderoso.

Las personas que llegaban a su ermita inundadas de pecados y penas lloraban sobre las Rosas sembradas en el jardín de la ermita de la Santa Rosa de Lima, ella muy dulcemente le gustaba decir que eran las lágrimas de sanación que caían sobre los frutos de su jardín y hacían de este un hermoso Rosal lleno de colores. Milagros de Santa Rosa de Lima

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Los mosquitos
En el huerto de Rosa de Santa María habían varios charquitos en donde revoloteaban muchos mosquitos, que eran incómodos y muy desagradables para los miembros de la familia. El día que Santa Rosa decidió construir su ermita para las oraciones y ofrendas les pidió a los mosquitos que por favor nunca la molesten a ella ni a su familia. A cambio ella les prometió nunca molestarlas.

Desde ese momento los mosquitos convivieron tranquilos y respetaban las oraciones de Rosa, otra de las anécdotas de los milagros de Santa Rosa de Lima cuanta el día en que la beata Frasquita Montoya no deseaba la compañía de los mosquitos en la ermita porque le incomodaban y eran desagradables, no quiso entrar e incluso mató a uno en su brazo.

Fue cuando la Santa Madre hizo una oración y una petición a los mosquitos para que le picasen, tres fueron uno en el nombre del Padre, dos por el Hijo y el Espíritu Santo.


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El gallo de la familia
En la familia de Santa Rosa de Lima había otro miembro pequeño, un gallito querido y respetado por todos. Llegó un día en que el ave enfermó, la madre de Rosa de Santa María hizo la propuesta de matarlo para cocinarlo.

La mujer asustada y desesperada al escuchar la propuesta de la madre fue a donde estaba el gallo y le dijo que se levantara y que cantara muy fuerte para que salvara su vida. Fue instantáneo el salto que el ave dió que salió corriendo se puso de pie y gritando y piando decía ¡Quiquiriquí!, aleteaba muy fuerte y revoloteaba por la casa. La madre de Rosa de Santa María se quedó perpleja y soltó una carcajada por el milagro que su hija le había hecho al gallito.