San Bernabé apóstol

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San Bernabé en la Enciclopedia Católica
Epístola de San Bernabé
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Este 11 de junio la Iglesia celebra a San Bernabé, considerado Apóstol por los primeros Padres de la Iglesia y por San Lucas debido a la especial misión que el Espíritu Divino le confió.

Bernabé era apreciado por los Apóstoles por ser un “hombre bondadoso, lleno de Espíritu Santo y de mucha fe” (Hechos 11,24).

Su verdadero nombre era José, pero los Apóstoles se lo cambiaron por Bernabé, que según San Lucas significa “el que anima y entusiasma”, “el esforzado”. En los Hechos de los Apóstoles (Hech 4) se cuenta que vendió su finca y entregó lo recaudado a los Apóstoles para que sea distribuido entre los pobres.


Colaboró muy de cerca con San Pablo y sus prédicas convirtieron a muchos. Ambos estuvieron en Antioquía por un tiempo, lugar que se transformó en el centro de evangelización y donde por primera vez se llamó cristianos a los seguidores de Cristo.

Los fieles de esta ciudad los enviaron a Jerusalén con una colecta para los que pasaban hambre en Judea.

El Espíritu Santo les encomendó a los dos Apóstoles una misión por medio de los maestros y profetas que adoraban a Dios, recibieron la imposición de manos y partieron acompañados por un tiempo del Evangelista Marcos, primo de Bernabé, a predicar en varios lugares.

Después de recorrer diferentes ciudades, confirmar a los convertidos y ordenar presbíteros, regresaron a Antioquía y luego se realizó el Concilio de Jerusalén en el que se declara que los “gentiles” no tienen el deber de la circuncisión.


Para el segundo viaje misionero, Pablo con Silas y Bernabé con San Marcos toman rumbos diferentes. Más adelante los dos Apóstoles se volvieron a encontrar en las misiones de Corinto.

Se dice que Bernabé murió lapidado por unos judíos envidiosos de las conversiones que obtenía. Sus restos fueron sepultados cerca de Salamina y encontrados en el 488. El Apóstol tenía sobre su pecho el Evangelio de San Mateo, escrito de su propia mano. Posteriormente fue trasladado a Mancheras (Chipre).


ORACION A SAN BERNABE

Dios nuestro, que, después de haber infundido
en abundancia la fe y el Espíritu Santo en San Bernabé,
lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos
el mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo,
que él predicó valerosamente, sea proclamado con
fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Amén.
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Oh, San Bernabé, Apóstol, vos sois
el hijo del Dios del la vida, aquél
que honor hizo, al significado de
vuestro nombre: “el que anima y
entusiasma”, y el de “el esforzado”.
Vuestra vida entregasteis unida a
la de San Pablo Apóstol; con quien
incesantemente trabajasteis, con
valor y con audacia las Escrituras
Santas expandiendo. Dicen de vos:
“Bernabé era un hombre bueno,
lleno de fe y del Espíritu Santo”,
y esa llenura y fe, os permitió obrar
bajo Aquél poder y fe, por los valles
y cañadas, los mares y los montes,
de noche y de día, con hambre y
sed, injuriado y perseguido, de muerte
amenazado, pero siempre con la fe
puesta en Aquél, en quien todo lo
podíais y vos lo podéis certificar,
porque hoy, gozáis de las alegrías
plenas del cielo, luciendo corona
de luz, por vuestros méritos y fe;
Oh, San Bernabé, santo Apóstol.

Amén

A pesar de que San Bernabé no fue uno de los doce elegidos por Jesucristo, es considerado Apóstol por los primeros padres de la Iglesia, aún por San Lucas, a causa de la misión especial que le confió el Espíritu Santo y de su activa tarea apostólica.

Bernabé era un judío de la tribu de Levi, había nacido en Chipre; su nombre original era el de José, pero los Apóstoles lo cambiaron al de Bernabé que significa ‘hombre esforzado’. Se le menciona en las Sagradas Escrituras, en el cuarto capítulo de los Hechos de los Apóstoles; se menciona la venta de sus propiedades.

El Santo fue elegido para llevar el Evangelio a Antioquía, instruir y guiar a los neófitos. Para esta misión obtuvo la cooperación de San Pablo. Los dos predicadores obtuvieron gran éxito; Antioquía se convirtió en el gran centro de evangelización y fue ahí donde, por primera vez, se dio el nombre de Cristianos, a los fieles seguidores de Cristo. Tiempo más tarde, se les encomendó una nueva misión y partieron a cumplirla, acompañados por Juan Marcos. Primero se trasladaron a Seleucia y después a Salamina, en Chipre. Luego llegaron a Pafos, donde convirtieron al procónsul romano Sergio Paulo, navegaron hasta Perga en Pamfilia, donde Juan Marcos los abandonó. En Iconium, en Licaonia, estuvieron a punto de morir apedrados. En Listra, San Pablo curó milagrosamente a un paralítico y los habitantes paganos los confundieron con dioses. De regreso a Antioquía pasaron por todas las ciudades que habían visitado para confirmar y ordenar presbíteros. Surgieron ciertas diferencias entre San Pablo y San Bernabé, por lo que decidieron separarse. San Bernabé partió entonces hacia Chipre, acompañado de Juan Marcos, para visitar las iglesias que ahí se habían fundado.

Alrededor del año 60 ó 61, San Bernabé ya había muerto. Se dice que fue apedrado hasta morir en Salamina.Otra tradición nos lo presenta como predicador en Alejandría y en Roma y además como primer obispo de Milán.

Fuentes: Aciprensa
Wikipedia